Los Vehículos Eléctricos (EVs) han llegado para quedarse, pero con su ascenso vienen desafíos críticos para garantizar la calidad y seguridad. Uno de los aspectos más cruciales en la fabricación de EVs es la gestión efectiva de cargas eléctricas en cada componente. Desde las baterías hasta los sistemas de propulsión y la electrónica a bordo, la integridad eléctrica es de las cosas más demandantes de estos vehículos. Para los especialistas del Aseguramiento de Calidad del Proveedor (SQA) y de Ingeniería de Calidad del Proveedor (SQE), esto significa redoblar esfuerzos en la inspección y las pruebas de calidad, ya que se convierten en vitales.
La electrificación de la industria automotriz es un cambio de paradigma. Las cargas eléctricas deben manejarse con extrema habilidad y precisión, ya que incluso un pequeño fallo podría resultar en problemas de seguridad, un bajo rendimiento y costos considerables. Aquí es donde entran en juego los protocolos y técnicas de prueba.
Técnicas de prueba de componentes clave: